Si hay una aventura apasionante en el mundo del emprendimiento, esa es sin duda la de escalar un negocio. Consolidarse en el mercado es un viaje que requiere de una estrategia de crecimiento para el negocio que debe estar muy bien definida.
Crear un plan de negocio que permita a tu empresa crecer requiere de una combinación de visión, persistencia y sobre todo, una gran capacidad de adaptación.
Por todo ello, en este artículo te ayudaremos a entender cómo abordar los cambios en el mercado, cómo manejar las adversidades y cómo transformar los obstáculos en oportunidades para el desarrollo de tu proyecto empresarial.
¿Qué es una estrategia de crecimiento aplicado a una empresa?
Una estrategia de crecimiento, se puede definir como un plan detallado sobre cómo conseguir que un negocio se expanda mediante su propio desarrollo. Pero no se trata solo de hacerse más grande, sino de hacerlo de forma inteligente y sostenible en el tiempo.
Dicha estrategia debe guiar tus pasos para conseguir más clientes, desarrollar nuevos productos e introducirte en nuevos mercados, todo con el objetivo de aumentar tus ingresos y por lo tanto la rentabilidad de tu negocio.
Para lograrlo, establece metas claras, pero flexibles. ¿Cómo vas a aprovechar esas oportunidades y alcanzar tus metas? Este es el corazón de tu estrategia de crecimiento. El lugar donde decides qué acciones tomarás, cuándo las tomarás y cómo las implementarás.
Pero ten en cuenta, que no hay una estrategia única para todas las empresas. Esta debe ser tan única como tu propio negocio. Se trata por tanto de un plan personalizado que tiene en cuenta tus recursos y tus fortalezas.
¿Cuáles son las estrategias de crecimiento más habituales en el mundo empresarial?
La estrategia de penetración en el mercado, por ejemplo, es muy utilizada entre las empresas que desean ampliar su base de clientes. Se trata de atraer a más personas de tu mercado objetivo utilizando distintas tácticas, como la mejora de productos existentes o campañas de marketing más agresivas.
Por otro lado, está la estrategia de desarrollo de mercado. En ella, la idea es llevar tus productos o servicios existentes a nuevos mercados. Por ejemplo, comercializándolos en una ciudad o un país donde tus productos sean la novedad del momento.
También, encontramos la estrategia de desarrollo de productos, la cual implica crear nuevos productos para tus clientes actuales. Un ejemplo perfecto de esta forma de trabajar serían los nuevos modelos que van apareciendo por parte de las marcas más reconocidas de dispositivos móviles.
Finalmente, está la estrategia de diversificación. Esta es una apuesta mayor, ya que implica crear nuevos productos para nuevos mercados. Es algo arriesgado, pero, con el estudio de mercado y la planificación adecuadas, puede valer mucho la pena.
¿Cuáles son las etapas de crecimiento de un negocio?
Podemos analizar el crecimiento de un proyecto empresarial como una metáfora del crecimiento humano. Un negocio pasa por etapas similares a las de una persona. Es decir, la infancia, la adolescencia y la edad adulta.
- La infancia de un negocio sería la etapa de la puesta en marcha. La empresa acaba de nacer, por tanto, en este momento el enfoque está en adquirir los primeros clientes y generar ingresos.
- La adolescencia de un negocio es la etapa de crecimiento más rápido. La empresa comienza a encontrar su identidad y a expandirse. Normalmente experimenta un crecimiento considerable en términos de clientes, ingresos y reconocimiento de marca.
- La edad adulta es cuando el negocio alcanza la madurez. En este momento, el crecimiento se ha estabilizado, pero la empresa tiene una base de clientes muy sólida y un flujo de ingresos constante.
Al igual que las personas, cada empresa es única y puede pasar por estas etapas a su propio ritmo. Lo esencial es reconocer en qué etapa se encuentra tu negocio y adaptar tu estrategia de crecimiento y tu plan de negocio en consecuencia.
¿Cómo hacer un plan de negocio que defina la estrategia de crecimiento de tu empresa?
Un plan de negocio, es tu compañero de viaje en esta aventura empresarial. Pero, ¿cómo trabajarlo para que marque la ruta hacia el crecimiento de tu proyecto?
Tu empresa tiene una identidad propia, un ‘ADN’. Este se refleja en tu misión, tu visión y tus valores. No obstante, no tengas miedo de revisarlos, de soñar un poco más alto, sin perder la esencia que te hace único.
Además, un buen plan financiero es fundamental. Los costes, los ingresos y el margen de beneficio no son solo números. Bien interpretados, pueden mostrarte el camino hacia el crecimiento.
Por otra parte, tu estrategia de marketing también debe ser escalable. Tu producto o servicio puede ser genial, pero esto no será suficiente si no se trabaja el desarrollo y la autoridad de la marca en los medios digitales y las redes sociales.
Si tienes dudas para implementar todos estos conceptos o prefieres recibir atención profesional, no pierdas más tiempo y ponte en contacto con nosotros.